miércoles, 15 de julio de 2015

MARÍA CRISTINA SANTIAGO / ALGUNOS POEMAS

MARÍA CRISTINA SANTIAGO


                                
                              


                                              (De Siempreviva , editorial Bajo la luna , 2009)

1.


Presencia de mujer
frente a fantasmas
Multitud, lava reunida
en esta plaza.
Silencio.
La voz va pronunciar
sus últimas palabras.
Vamos a ser
Jazmines mustios
Pero también raíces/ sobras
Una familia de hijos e hijas
construidos de arcilla
la más noble y oscura
la doliente
Esta enfermedad cala los huesos
Esta enfermedad nos sobrevuela
El ángel habla ahora
y nosotros en torno
a la pirámide
tiramos las muletas
libres de tradiciones en la espera
Porque al final de cuentas
después de la palabra
estaremos limpios

Un prodigio esta tarde
en que la voz se apaga
Dadas las circunstancias
comulgar significa
casa, comida
y hasta tal vez
la dentadura nueva
parece que hemos caído en trance
o agonía
Ella abre los brazos
Pronuncia algunas frases
y se vuelve
para llorar sus vísceras
por nosotros
Carne de animales
en huelga
Bestia feroz que en esta
bacanal del duelo
respira
la gran promesa
y lo que es más

la despedida.







7.



Como las moscas domésticas
ocupan
gran parte de la cabeza
y se avalanzan sobre
los puentes
portando estandartes
con su  foto
La generala
abre
la columna
y por ahí derraman lágrimas
los tristes
¿Qué enigma alberga
el seguimiento
de un personaje?
¿Qué mapa se articula en torno?
Quien se apropia
del cuerpo muerto
posee el mito
mientras escribe
una conspiración

contra el olvido








                             
                                                   (del Libro de la Luz, inédito)


manuscrito


nada de blanco sobre blanco
mejor un plumín fino
que debe mojarse en tinta china

para deslizar como un patín
encima de la hoja
el trazo leve

papel  d´Archés aguarda
con su trama abierta

virgen
la novia espera

gota de miel
que dejará
el amante








PIEDRAS EN LA BOCA


Si al atardecer
consiguiera rendir mis brazos
de trabajar exhaustos
daría gracias a dios
por el regalo.

Pero no trabajé como se debe.
No al menos 
a la manera extraña y sudorosa
de acarrear piedras
que muestran  algunos  escultores
Sin ir más lejos  al estilo de Irurtia
quien con su dura forma
hasta concibe un monumento
para exaltar el logro y la jornada
Mastiqué palabras como guijarros, eso sí,
las mastiqué hasta que
se hicieron sangre entre
los dientes                                                                                                   
igual que si hubiera mordido
duros trozos de granito
entre otras piedras,
alabastro
o algunas menos bellas al oído
pero útiles cuando la rabia ocurre
necesarias también para
deshacer entuertos. Turmalina, digo,
ésa que no permite que se crucen por tu camino
las malas ondas
Ayer escupí una amatista  a la que
por su tamaño, ni el gusto le tomé
Amatista tan grande que - tarde me di cuenta- 
no se  deslizaría por mi garganta
Quiero ablandarlas  entre el paladar y la lengua
para robarles la esencia
Doy vueltas en mi boca un ojo de tigre
como si fuera un caramelo de leche

.-Cuidado con la malaquita, es traicionera,
le digo a la hija de una amiga
trae energía más densa que la energía de otras
y sin que te des cuenta pronto vas a estar vos,
endurecida

Pero las chicas son jóvenes “se visten y salen”*
son bellas y no les interesa
la sabiduría  que contienen  las piedras
Necesitan lucirse
cual pavo
que se despliega
en  coloridas plumas

-No las uses de adorno:
torturalas, mordelas, partilas entre los colmillos
aún si se te triza uno
hacelo hasta sacarles el jugo
como a una palabra
Así conocerás
que la domesticaste.
Podrás irte a la cama
con la conciencia limpia.
Tu boca bulle sangre
y la misión , cumplida
aunque seguís sosteniendo la creencia
de que no has hecho nada
a lo largo del día.





Si esta habitación adonde ...


Si esta habitación adonde se reposa
fuera de todo el mundo
mis dedos extendería hacia una luz
invisible. Prontos a derrotar
leyes del movimiento.
A través de un lieder me deslizo.
Homenaje baldado
de quien casi no espera.
Pero si de esperar, eso se trata
qué hace el color que no
aparece para impregnar los dedos
en blanquinegro y también la ropa.
El esqueleto es
pentagrama adonde se está inscribiendo
una melodía
que nadie osa tocar porque las notas
tal vez anuncian fuego.
Terrible mancha sobre el cuerpo quedó
en otras semejantes circunstancias
y  ahí nadie lloró,
cada lágrima hubiese sido de oro
más la consigna era
no derramar riquezas sobre el campo
enemigo. Vivir
para contarlo
era lo único que
no debía hacer
y sin embargo lo hice.
Bordo de a poco con
cierto disimulo el
manto terrestre que tejen amigas.
Este vestido no es de luto está
hilado en macramé
pero me cubre entera.
Por eso lo dejaron los inmortales
sobre mi propia cama
para que nadie espíe en cuarto ajeno.





María Cristina Santiago nació en Buenos Aires.
Es Profesora en Letras egresada de UBA

Formó parte del proyecto editorial Nusud y del consejo de redacción de la revista El desierto.

Miembro del comité organizador de la ANTOLOGÍA ORAL DE LA POESÍA ARGENTINA, realizada por Libros de Alejandría en el Centro Cultural San Martín

En poesía publicó: 

Soy el Lugar de las Apariciones (La Lámpara Errante, 1984), Fuera del Serrallo (Nusud, 1991), 
Vidrieras De Ámsterdam (Nusud, 1996),
El libro de las aguas (Libros de Alejandría, 2003), 
Siempreviva (Bajo la luna, 2009).

En prosa, la nouvelle Lucía, por mirar de reojo, Ediciones del Citrino, 2000, colección que dirige en la actualidad.

Vidrieras de Ámsterdam obtuvo el primer premio del Fondo Nacional de las Artes, 1995.Este poemario fue reeditado por Ediciones del Dock en el 2011
Tiene inéditos Libro de la luz  (poesía) y Las Aguirre (novela)





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