viernes, 20 de diciembre de 2013

SILVIA ARAZI / LA MEDIANERA

SILVIA ARAZI


LA MEDIANERA
Una novelita haiku

(Premio Fondo Nacional de Las Artes )



"El silencio, el sentido y la intimidad. La gravedad y la caída. Con estos términos dentro de estos límites, Silvia Arazi despliega en La medianera una especie de himno a la introspección. Como en los interiores de Balthus, pero también como en los objetos de Morandi -sin su helado aislamiento-, la discreción y la sutileza se abstienen de revelar ( aunque nunca se atreverían a ocultar )la tragedia.


  
Una vez escrita esta palabra, tampoco debemos dramatizar : un gato, una estría, el pudor ante la palabra "victoria" instalan y hasta diseminan en un lirismo quedo, ajeno por completo a la estridencia y el desborde, el sistema de alarma.
  

 Y los temas colindantes, tantos que enumerarlos sería convocar el pleonasmo y la catástrofe, aportan el estremecimiento necesario, como esos estambres vibratorios que rozan las criaturas de Felisberto o de Clarice, escritores que aceptan la confianza del nombre de pila...... "

 (fragmento del texto de contratapa , por  Luis Chitarroni )




 


un poema de La Medianera


PLEGARIA

Verde celeste pido para jugar
un poco.
( ganas de morir de pronto y de repente )
Juego de manos,
juego de villanos.

Hadas plateadas pido,
con voladitos blancos.
Mantos purpúreos,
pumas,
ademanes de reinas.
( saberse inútil como el tiempo perdido)

Besos de caballero, pido,
bocas rubias,
sabrosas.
¡Puro deleite!
Verde celeste pido para jugar
un poco.
( saberse sola , extraviada y ausente )








martes, 17 de diciembre de 2013

ANGELICA SANTA OLAYA



ANGELICA SANTA OLAYA




Del tamaño de la sonrisa de la muerte
es el tamaño de la Tentación...

¿Qué es la Tentación
sino el desaforado pincelazo
que intenta dibujar con fuego
en la entrepierna del reloj
las despiadadas ganas de vivir?

Me bebo esa palabra tan roja,
tan desvestida,
tan manzana libre de culpa,
tan ganas de aventar por la borda todo
para atragantarse con sus redondas
y dulces gotas de sangre...

Y luego,

entonces sí,
con los mirlos cantando
en la cima del árbol,
sonreír...

y tal vez,
si la manecilla concede
abrazar un poco
el morir viviendo...

Angélica Santa Olaya D. R. Copyright




   
APOLOGÍA DEL MARRANO

Sí señores,
la mierda es inteligente.

Es mañosa y se disfraza,...
Igual se viste de traje y corbata
que colgarse al cuello algún elogio
escrito por una mano
que padece Alzheimer,
pero recuerda muy bien
el sonido del metal
y el suave color de la canonjía.

La podemos encontrar sentadita
esperando su cheque
en algún venerable sillón
o debajo de una banca en el parque
espiando besos para luego vengarse
embarrando zapatos
y aborregadas sonrisas.

Pero sé algo más:
El único animal que come mierda
sin bendecirla y sin usar cubiertos,
ese al que sí nos “echamos al plato”
sin deberla ni temerla
no sabe ni siquiera hablar
y come por hambre,
no para joder a otros.

Por eso escribo hoy
esta insuficiente, pero sentida
apología del marrano.

Bendito sea el marrano de Dios
que borra los pecados del mundo.
Dichosos los no invitados

 a la cena del $eñor.





Angélica Santa Olaya D. R. Copyright
"De Leyenda"
Rojo Siena Editorial
México, 2013






No,
no soy una mujer
que ama solamente
con la miel chorreándole las alas….

No tengo siempre azúcar en los dedos…
ni el verso cada día dispuesto a la ternura…

A veces me sangran los labios
y soy una fiera que a dentelladas
intenta proteger lo suyo
y arranca pétalos a las flores
que impertinentes se atraviesan
con sus blandas dulzuras
en un día de ventanas cerradas
y sueños que se deslizan
por las laderas de algún infierno…

Entiende esto amor:
Puedo ser la puta que siempre has soñado
o la dulce gatita que se arrellana entre tus versos…

Negra, roja o azul cielo despejado…
Garra, caricia o arañazo en el testuz…
Pero siempre… escúchalo bien…

Siempre…

 a dentelladas          o a tus pies…

Te amo…

Miauuu...


 Angélica Santa Olaya D. R. ©
México, D. F.



Escritora mexicana (Ciudad de México, 1962). Es licenciada en periodismo y comunicación colectiva por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). Es egresada de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). Obtuvo el primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981 y 2004, respectivamente) y el segundo lugar en el V Certamen Internacional de Poesía “Victoria Siempre 2008”, (Victoria, Entre Ríos, Argentina; mayo de 2008). Ha participado de encuentros literarios internacionales en México, Argentina, Brasil, Cuba y Uruguay. Ha publicado Habitar el tiempo, Miro la tarde, El sollozo, Dedos de agua y El lado oscuro del espejo. Ha sido publicada, también, en una docena de antologías latinoamericanas (Argentina, Bolivia, Brasil, México, República Dominicana y Uruguay), así como en diversas revistas, impresas y electrónicas, nacionales e internacionales. Formó parte del Consejo Editorial de Tintanueva Ediciones y del Comité Organizador del Festival Latinoamericano de Poesía “Ser al fin una palabra...”. Pertenece a los colectivos artísticos Ollin Xóchitl e In-mural. Es maestra de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.



 




miércoles, 11 de diciembre de 2013

MATERIALISMO DIALECTICO Patricio Torne




PATRICIO TORNE

MATERIALISMO DIALECTICO









TEXTO DE IRENE GRUSS PARA LA PRESENTACIÓN DE MATERIALISMO DIALÉCTICO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


MATERIALISMO DIALÉCTICO. PATRICIO TORNE


Adorno se preguntó si era posible escribir poesía después de Auschwitz, pronto los supervivientes comenzaron a dejar testimonios del horror que habían conocido. Primo Levi, Elie Wiesel, Anna Frank ... son sólo algunos de los protagonistas y testigos de la historia, muchos de los cuales prefirieron el suicidio a seguir soportando la memoria del Holocausto. Celan le responde a Adorno en su conocido poema “Fuga de la muerte”:


Grita que suene más dulce la muerte la muerte es un maestro en Alemania  grita más oscuro el tañido de los violines así subiréis como humo en el aire así tendréis una fosa en las nubes allí no hay estrechez”.


Lo que hace Patricio Torne en Materialismo dialéctico es cantar el horror y el dolor pero, y sobre todo, el asombro de estar vivo. Torne pudo haber sido lírico como Celan, explícito o demagógico como tantos. Sin embargo, usa un lenguaje (“La lengua no es la lengua”, dice y entrecorto la cita, “es un trapo que se estruja después de tanta sangre inflamándolo hasta creer que se revienta. Un trapo de finísima tersura con el que se limpian los objetos más preciados para volverlos a guardar sin entregarlos al que, con tanta insistencia, los reclama: una fecha, un lugar, ciertos nombres, los ojos de la Colo, un documento, números”. “Ese paisaje helado es el futuro, está pensando”, dice Torne.), un lenguaje, decía, que resulta de esa sutil mezcla en la que Arnold Bode camina de la mano, mejor dicho aferrado al cinturón con que el padre del autor prodigó sendas palizas; Alighieri recita el Averno en el cuarto de torturas junto a personajes como el Tanque, el Ángel Rubio, etc.; o bien el amor de Abelardo y Eloísa se escucha pared de calabozo de por medio. Lo coloquial y esa aparente tabla rasa con que Torne trabaja y entreteje son parte de la “filosofía” de este libro: la mente en blanco o vacía, la experiencia como primer o único eslabón, los hechos como distorsión del espejo. Las marcas que ese espejo muestra son las de un “faltante”…


Desde el primer libro, pasando por Donde muere la lógica, poemario dedicado a los nuba (dice Wikipedia :antiguos moradores de las orillas del Nilo del Sur de Egipto al norte de Sudán ),se avecina el modo con que Patricio Torne expresa su Materialismo dialéctico una visión de mundo en la que se venera y se exige el amor y la justicia entre los hombres. El deseo, como el puntal que dirige a unos y otros, masculla ahora ya no eufórico sino dolido, cansado, marcado también por lo que se piensa o se inventa. Qué es la materia sino la caída de ese cuerpo, el correr de un agua donde no se nos permitió estar ya sea por anécdota personal o malabares de la historia. Y sin embargo, y sin embargo, Torne escribe con lo que queda de sí y de la historia, con lucidez, no melancolía. Cito:


Las hojas de los árboles no han dejado de caer. Te sorprende ese nunca acabar de cuerpos secos en el aire. Pensás que hay algo mágico en las ramas; brotes pujando por salir, para caer de inmediato. Rueda sin fin orquestada por la naturaleza para encantar a los tantos (o tontos) como vos?
Hace unos años recibía cartas de amigos, quienes, por otras circunstancias, no miraban la caída de las hojas, y del tema hacían referencias de bufones; el encanto se asfixia en un relato prosaico. Mis amigos estaban tristes, y nada los conformaba. La belleza era un lujo que no se permitían. Yo los imaginaba caminando por esas calles, abriendo surcos en la hojarasca, ahogándose en el humo de una ciudad cordial. El otoño, hermano, ponía sus largos dedos en el cuello debilitado de esos hombres.
A la belleza muchas veces, si es un lujo, hay que aprender a robarla, por eso te acompaño en ese banco de una calle parisina, y estamos mudos mirando la muerte jubilosa de las hojas en el aire.
Mis amigos de las cartas, con el tiempo, se acostumbraron a las estaciones europeas o volvieron a estos pagos, y viven talando árboles.



Hablando de talas y otras contradicciones en las que se sostiene el materialismo, el autor dedica una sección del libro a El amor a Dios. Aquí, como en casi todos los textos, la ironía no está para ocultar lo que duele, más bien para enfatizarlo:


A la buena de Dios quedó mi corazón cuando nos despedimos. Esto no es más que una manera de decir, porque en esa despedida Dios me estaba abandonando.


A la ausencia de Dios, mi corazón. Ya nada más que celebrar.


Nuestro último oficio. Ni un beso tuvo que venga a sostenerlo en el dolor de la memoria.


A la buena de Dios, diría mi madre. A la ausencia de Dios, mi corazón.




“Brutal, horrorosa, devota o tiernamente, aquí todo es carnal”, señala Lilian Nordio en su prólogo. Y agrego: no hay alivio posible; mucho menos el que podrían obtener el efectismo, el artefacto, la cuca, la fábrica; mucho menos las obleas, llámense realismo sucio u óleo de Bacon.


Leónidas Lamborghini me dijo una vez al oído: “Desde la dicha, canta la desdicha”. Mal que bien pero distanciado de la anécdota, creo que sólo así es posible un objeto estético. Patricio Torne escribió estos poemas hace varios años y recién ahora los hace públicos; alejado de los cánones, perfectamente anoticiado, su escritura llega una vez más como algo definitivo, permítanme decir verdadero. Llega, como también lo hizo el bueno de Miguel Hernández, con la herida del amor, la de la muerte, la de la vida; viene a darnos su mano y a pedir que tomemos la suya.


Irene Gruss





TEXTO DE PATRICIO RAFFO PARA LA PRESENTACIÓN DE MATERIALISMO DIALÉCTICO
EN LA PROVINCIA DE SAN LUIS

          Somos lo que hemos sido, lo que hemos evitado ser y lo que hemos deseado ser sin haberlo logrado.

Somos el amor y somos el horror.

Somos nuestra propia casa en nosotros, la mesa servida en la copa que se comparte entre risas y somos los desechos en el tacho de basura.

Lo sabemos. Esto lo sabemos.

Pero ¿quién de nosotros se atreve a abrir el pecho de la memoria como se abre un higo dulce, hundiendo los dedos en el placer de la belleza, o como se abre una brutalidad haciendo el tajo para que la sangre brote como un río que nos lave de una buena vez?

¿Quién puede abrir, a viva voz, la memoria como si la memoria fuese una miel amarga tan imprescindible como inevitable?

En ocasiones, Patricio Torne, tiene un bisturí en la mano y como un cirujano perfecto nos abre el pecho, palabra a palabra, abriéndose su propio pecho. Hace del tajo una necesidad. Y nos conmueve profundamente. Otras veces, Patricio Torne, no necesita del filo del acero para abrir de par en par las memorias de todos en su propia memoria, en esas otras ocasiones, abre los cielos de cada uno con sus  dedos. Como quien trabaja el alimento sobre la mesada de una vieja cocina, Patricio Torne, amasa el amor, muele las especias en un mortero tan propio como único y hunde los dedos en la carne cruda una y otra vez.

Y a medida que leemos Materialismo dialéctico nos vamos adentrando en esa casa que Torne nos abre de tantos modos como se le ocurra.

Torne nos abre su casa y nos dice: estas son las paredes, esta es la foto de mi madre cuando fue elegida Reina de la Batata, este es mi padre, bajo la llovizna, el día del regreso interrumpido de Perón, esta es la habitación de la hermosura y esta es la habitación del dolor.

Torne es un zoom a través del cual podemos ver Helvecia por completo y podemos ver la intimidad de la célula infinitesimal cuando nos dice que el amor es liberador y que pudo comprobarlo el día en que la luna vino a derramarse sobre su cuerpo.

Y Torne es frenesí: amé a Torne cuando leí esta palabra en un texto que no forma parte de Materialismo dialéctico. Íntimamente le agradecí que, como un gurú enloquecido, haya materializado para mí (¿para mí?) esa palabra: FRENESÍ, FRENESÍ, FRENESÍ. Entonces hizo que ahí, en ese momento, sentado frente a la notebook, en mi casa en Rosario, fuera frenesí en su frenesí y que fuera amor en su amor.

Pienso que a Torne le cabe la expresión “¿quién me quita lo bailado?” y él mismo lo dice cuando dice:

La intención era moverme al ritmo de los hechos, tomando a Dios de la cintura y, pase lo que pase (si era de amor, mucho mejor), decir después quién me quita lo bailado.


Pero la música no fue propicia, o alguien equivocó el paso, o ambas cosas a la vez para que nada pueda decir al respecto, nada que no sea pura pena como la queja de la más fea, la más puta, o la que planchó toda la noche y se mar con su copita de anís viendo a sus hermanas divertirse con su propio Dios entre cuarteto y ranchera.


De la intención al hecho hay mucho trecho, eso se sabe, ahora muevo en soledad mis pies descalzos, siguiendo un ritmo parecido a la tristeza que no da tregua en la batalla de bailar.




No es fácil bailar al paso de Patricio Torne porque su paso es el paso de lo liberado, el paso de quien pone sobre el mantel impecablemente blanco sus vísceras ensangrentadas. No es fácil bailar al paso de Torne. No.

Sin embargo, París, el de la Rue de Passy, flota, como diría Valente, en la súbita celebración del aire.

¿Hay nubes entorpeciendo el cielo de París, Daniel?

Siempre llueve en París, como siempre llueve en Mercedes. Pasa un paraguas dando vueltas frente a nuestras narices y un taxi se deja llevar por la onda verde en Champs Elysees. Las hojas de los árboles no han dejado de caer. Patricio Torne también es la nostalgia de la lluvia de París o de Mercedes. Patricio Torne también sabe llover sobre nosotros suavísimamente.

Alquimista de sí mismo, tan profundo como brutal, Torne se deshace en mil pedazos y se reconstruye sabiendo que hay trozos de uno que son imposibles de recuperar bajo otra lluvia.

Batalla sin cesar con la muerte y nos enseña la fragilidad de las cosas. Torne con su frenesí y su lluvia es una especie de puerto navegando hacia los barcos de cada uno de nosotros.

En un altamar de frutos, de perfumes, de saltos al vacío en los que nunca se deja de caer, Torne cabalga ufano por los intersticios del deseo. Únicos victoriosos abrazados en el medio de la lluvia, dice Patricio, y nos mete la mano en el medio del gozo del amor y finalmente lo comprendemos, entramos en razón, caemos en la cuenta, certificamos que no estamos a salvo.

Patricio Torne, hermosamente o tremendamente, nos abre los ojos y nos anuncia que en esta fugacidad no estamos a salvo.  

-Patricio Raffo-



  





PATRICIO TORNE: Nació en Helvecia .Santa Fé, Argentina, el 31 de enero de 1956.Editó:
 Orbita de Endriago (filofalsía 1990)
Helvecia y Otros Tópicos (Todos Bailan 1990)
Donde Muere la Lógica  (Ultimo Reino 1992)
Anacrónica (Ediciones de la nada 200)
Perros (Editorial Revistas Callejeras 2010)
Desde 1985 reside en Villa Mercedes (San Luis), donde desarrolla distintas actividades relacionadas con los espacios sociales, periodísticos y culturales.
Desde 1985 dirige los talleres literarios de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico-Sociales de la U.N.S.L.
Es Coordinador del Área de Cultura y Artística de la Secretaría de Extensión Universitaria de la F.I.C.E.S. de la U.N.S.L.
Es responsable del Ciclo PRETEXTO. Donde poetas de todo el país, la región y locales se dan cita para desarrollar lecturas y compartir experiencias creativas, desde 2010 junto al Taller Literario de la FICES.
Ha participado en distintos Congresos y Encuentros en el País, Paraguay y Chile.
Textos suyos han sido publicados en distintos medios nacionales y del exterior (Brasil, Chile, México y España)
 Su nuevo libro : MATERIALISMO DIALECTICO



las fotos de esta entrada son de Alicia Gallegos

lunes, 9 de diciembre de 2013

ALICIA GALLEGOS / LEER POESÍA NO ES PARA CUALQUIERA


ALICIA GALLEGOS / LEER POESÍA NO ES PARA CUALQUIERA


Buenos Aires, 24 de julio de 2014



LEER POESÍA NO ES PARA CUALQUIERA

       Leer poesía y ser un lector de poesía no es lo mismo, de la misma manera que saber caminar y poder correr para atrapar un tren a punto de partir no te convierte en un maratonista.
       Si bien adentrarse en el territorio de la narrativa requiere algunas habilidades  indispensables , no son demasiado sofisticadas ni muchas y se  podría hacer alguna enumeración de ellas siempre a riesgo de que será incompleta , pero veamos : -saber leer - tener un cierto tiempo de capacidad de concentración - manejar un vocabulario más o menos amplio - poder deducir el significado de vocablos desconocidos interpretando el contexto- tener relativamente buena memoria - saber retroceder y resignificar en un texto - haber desarrollado la capacidad de imaginar mediante la lectura - tiempo disponible - hábito de lectura - y fundamentalmente : Deseo.

           En los últimos tiempos por lo menos en Argentina y  debido a la baja calidad general de la educación que se brinda en los niveles primarios y secundarios , sumado a  los cambios culturales que viene atravesando la humanidad  a raíz del exceso del uso de tecnologías de comunicación  se puede observar que ya cada vez hay menos personas  paradas en el  escalón de acceso a la literatura . Es decir  esas condiciones mínimas están presentes en  menor cantidad de personas que por ejemplo en los años 70 . Hoy no todos pueden acceder a la lectura de una novela , en los 70´ los jóvenes que cursaban la escuela secundaria leían toda la narrativa latinoamericana sorteando inclusive la dificultad que implicaba acceder a otra cultura y a textos con abundancia de regionalismos.

           Un libro puede ser un buen regalo pero es tanto o más difícil que regalar un buen perfume o una corbata ¿Se siguen usando las corbatas ?Tampoco  desestimemos  el  evaluarnos y observarnos  nosotros mismos , cada tanto deberíamos  mirarnos un poco para no errar en nuestras compras de libros . No te comprés un Foucault si apenas estás para la historieta. 
          Más allá de los gustos personales que pueden advertirse o indagarse como por ejemplo si al futuro obsequiado le gusta la ciencia ficción, las historias románticas, el policial, el relato histórico o esas historias  de chinitos que leen ahora los adolescentes , deberíamos observar si es capaz de concentrarse o si lo único que lee son mensajes de texto.

          No sirve, no sirve regalar libros solamente teniendo en cuenta el nivel educativo alcanzado por el destinatario. En Argentina las, los maestros no leen , si tenés amigos maestros regalales un vino o un par de medias y si te atrevés con un libro nunca les preguntes si les gustó a menos que quieras enojarte con vos mismo y con el mundo.

         Hasta aquí ésta puesta en marcha de un recorrido que aunque se bifurque llegará a donde tenga que llegar o hasta donde pueda . Todos tenemos nuestras limitaciones.

          En algún lugar, Quintiliano nos habla de "la bella pared lisa del discurso que cada cual puede construir, a su gusto, con la piedra suelta de las palabras"
        Los poetas se fascinan con esa bella pared y a veces terminan construyendo murallas o muros imposibles de atravesar . Piedras, piedrazos, darse la cabeza contra la pared...Los lectores deben poder interpelarla , traducirla , asimilarla . Leer no es mirar un cuadro, hay gente que no entiende eso.Hay escritores que no entienden eso.
         Leer poesía es más difícil que leer una novela. A las condiciones ya mencionadas como necesarias para adentrarse en un relato, cuento o novela tenemos que agregarle cuestiones que en parte son indispensables y en parte implican una cierta especialización o nivel más alto en la capacidad de pensar , de abstraer y de comprender.
          La  pobreza de vocabulario puede llevar al lector a naufragar dejándolo en el margen de la última isla , sólo como perro malo sin entender nada y ladrándole de ahí  en más a cuanto libro de poesía se le cruce, porque el desconocimiento de vocablos  produce dificultad de comprensiòn del sentido del texto .Esa pobreza de vocabulario   se hace evidente con escala de graduaciòn ascendente desde el artìculo periodistico, pasando por el relato y complejizàndose en el poema.Por eso traducir poesìa es màs trabajoso que traducir cualquier otro tipo de texto porque a todas las otras condiciones se le suma la capacidad de interpretar las metàforas, metaforizar, poetizar en la lectura.

            ¿A dònde iba ?
           Un editor, una editora, una editorial publican estilos diferentes . Un librero te ofrece estilos diferentes, asì debe ser . Poetas de distintos paìses, con distinta escuela literaria y distintas trayectorias .
    
              Acostumbrados en Argentina a escribir bajo ciertas presiones que en algún momento habría que empezar a desobedecer y creo que afortunadamente algunos poetas jóvenes lo están haciendo (ya sea por ignorancia o rebeldía la desobediencia viene bien).Por un lado hemos quedado las mujeres pegadas al feminismo y sus bajadas de línea . Bajo la regla de abandonar al yo y a la voz de ese yo , regla que por otra parte sus más feroces propulsores hace mucho tiempo que  no siguen. 
            Con una impronta de escritura hermética e indescifrable que tenía sentido allá por los años 60 cuando estaba mal visto ser loca, puta, lesbiana, terrorista o cualquier cosa se aleje de los parámetros de la "normalidad" y después a causa de la feroz dictadura militar que padecimos que nos impedía expresarnos ,la ilegibilidad tenía sentido. 
             Pero todo eso ya pasó y las consecuencias de esa prohibición implícita y explícita de ejercer algo de literalidad hizo que la poesía perdiera lectores.Esa ilegibilidad que percibe el lector común es producto de  que entre los que leemos poesía habitualmente nos movamos en "capillas" grupos que se leen y festejan a sí mismos porque se conocen personalmente y entonces manejan los códigos de acceso a los textos , los guiños. Una especie de "paja grupal" , tribal. 

Al momento de publicar esta nota encuentro ésta donde se posiciona Ernesto Cardenal y aunque no es uno de mis favoritos coincido  :

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal volvió a reclamar una poesía que se pueda entender, que sea “comunicable”, como una forma de recuperar la adhesión de los lectores. Así, volvió a pronunciarse contra la poesía catalogada como “hermética”. 

Cuando se le preguntó por el reto que afronta la poesía actualmente, expresó que “es que los poetas escriban una poesía que se entienda, que signifique algo para los demás, porque muchos escriben algo que es enigmático, hermético, sin sentido, con un lenguaje absurdo e irracional, que en algunos casos el autor no entiende ni él mismo”.
   “Lo mío es una reacción contra eso, lo que también ha sido propio de otros escritores de América Latina que escriben esta poesía, como la mía. Tratamos de hacer poesía comunicable”, agregó.
   
http://lapoesiaalcanza.com.ar/index.php/noticias/1063-cardenal-insiste-en-reclamar-poesia-que-sea-comunicable
http://lapoesiaalcanza.com.ar/index.php/noticias/1063-cardenal-insiste-en-reclamar-poesia-que-sea-comunicable


AGREGADO : bueno...no se ...acá de hecho 1) tenemos varias ultimas generaciones de analfabetos funcionales . Para las estadisticas figuran como alfabetizados , pero no pasan una mínima prueba de comprensión de textos. 2) Varias ultimas generaciones que no completaron la escuela basica, la primaria 3) Varias últimas generaciones que no completaron la escuela media, secundaria. 4)  Argentina hace mucho dejó de ser el país "culto" de latinoamérica

sábado, 7 de diciembre de 2013

SILVIA LOPEZ / POEMAS INÉDITOS

SILVIA LOPEZ


Poemas inéditos





Porta Nigra




Desde sus ventanales

veo caer la llovizna

sobre la ciudad romana

las gotitas rebotan en la piedra

saltan a mi piel

despierto

como el recién nacido

de una nueva especie

mis pulmones

se llenan de aire

dos mil años atrás.


Llegué a Treveris

en un intento por matar

la resignación de mi padre

su manera arqueada

que me espera en unos años

los miedos

nuestros hombros

subiendo la montaña

con la piedra de Sísifo

cierta cadencia en la marcha

el susurro de los pasos

como un secreto que pasa

de boca en boca

esta historia es repetida

y soy la última en enterarme

como el traicionado

en el amor.


Sin embargo

el ciruelo que él cuida

ha copiado en su tronco

la curva de su espalda,

en sus ramas

el recorrido de sus venas

y con eso saca

las flores más hermosas


como en tiempos de mi abuela

cuando yo anhelaba lo desconocido

pétalos, nieve de la imaginación

alfombra mágica

que me trajo a Treveris

desde ese patio

cuando todo era posible

incluso equivocarse.






Cuesta de Lipán


Un hombre se pasea

a distancia reglamentaria

del abismo

hay un rail de contención

está ahí para recordarle

la precariedad

pero el hombre

anda despreocupadamente.


Por el momento

admira la belleza del paisaje

tal vez se pregunte

si el precipicio imita las curvas

del camino.


Cómo es posible

que la tierra se quiebre así

y en otras partes se pliegue

como la falda de su madre

en innumerables dobleces

cuando él apoyaba

la cabeza en su pecho.


Oía su voz distorsionada

charlando con visitas

que no se iban nunca

pero no era la voz de ella

lo que realmente lo calmaba

sino su vibración,

así perciben los animales

la inminencia de un terremoto.


Cómo habrá sido

el que caló ese abismo,

qué impide que ocurra uno

en ese preciso momento

y aunque él no se aparte

del camino trazado,

la tierra se lo trague

sepultando cualquier plan.




 Aquí hay tapicerías, Abelone, tapicerías. Me imagino que estás aquí; hay seis tapicerías; ven, pasemos lentamente ante ellas.


Pues hay en los museos una multitud de muchachas que han abandonado, aquí y allá, casas que no conservaban ya nada. Se encuentran ante estas tapicerías, y se olvidan durante algún tiempo. Han sentido siempre que esto debe de haber existido en algún sitio: una vida semejante, suavizada en lentos ademanes que nadie ha esclarecido nunca.

Rainer Maria Rilke (Los cuadernos de Malte Laurids Brigge)



Querido Malte:



Me encontré con Rainer en el museo de Cluny

estaba en la sala de la dama y el unicornio

otro día lo vi en Ronda

en el hotel de los ingenieros ingleses

que construyeron el ferrocarril.


Al borde del abismo

que parte a la ciudad en dos

su estatua contempla el paisaje andaluz

donde él acostumbraba a detenerse.


Hay una calle con su nombre

el cartel tiene pintada una rosa

(vos, que te preocupabas tanto

por las maneras de morir

dirías que se muere a lo Rilke

con la espina de una rosa)

y también, la librería Rilke

por si nos quedaran dudas

de que transitamos

su camino.


Paseo por la sala del museo

soy Abelone, Malte

miro los tapices en silencio

lentamente, como me indicaste

la luz es tenue

y la dama medieval

habita delicadamente

su jardín de los sentidos.


Creo ver la botánica de un paraíso

que los animales husmean curiosos

ella permanece serena

siempre entre el león y el unicornio

siempre los estandartes de azur y gules

y nos hace saber que su enigma

nunca se esclarecerá.


Pero en uno de los tapices

el monito huele

de una flor robada a su señora

el perfume de este jazmín

aquí, en mi mesa


el perfume me devuelve la existencia

como a ella, el unicornio al ser tocado

y también, por ser tocado

vive en su tapiz.


Yo me siento, de alguna forma misteriosa

pensada en esos hilos de seda

tal vez como una manera de espantar

la idea de extinción

(¿me equivoco, Malte?)


o como si esos hilos fueran

de la misma materia

que las cuerdas

de cierta sensibilidad

donde comulgan

(tan solos por el mundo)

los miembros de una logia

ignorantes de su pertenencia


hasta que sienten

mirando el tajo de Ronda

–aunque nunca hayan pisado Andalucía

o tapices medievales

–aunque jamás se haya ido a París

la mano de Rainer

que les acaricia la cabeza.














En la rueca



Se deja tejer

en un telar sencillo

al sol de la mañana


se va hilando

de una madeja ínfima

de todos los colores.


Al mediodía empieza

a encontrarse todos los defectos.


Por la tarde ya no se le puede hablar.


A la noche se desteje hasta mañana

abrazada a tu lienzo

penélope.


Fotos : Silvia Lopez